En ocasiones vivimos en municipios, donde lo único que conocemos es la dirección de nuestra casa. No sabemos de poetas, pintores u otra clase de personas importantes que han existido en el municipio y que son originarias de ese lugar. Tal es mi caso y hoy les hablaré sobre Vicente Acosta.
Fue un poeta, crítico literario, docente, político, periodista y promotor cultural, que nació un 24 de julio de 1867. Además se destacó por ser el director y fundador de una revista científica y cultural, “La Quincena”, donde participó el ensayista Alberto Masferrer. También formó parte de un periódico, “La Unión”, donde utilizó el seudónimo “Flirt”. Por otra parte, fue primo-hermano del escritor Arturo Ambrogui.
En 1890, durante un golpe de Estado, le fue necesario huir del país, regresando cuatro años después.
Se le considera uno de los renovadores de la poesía nacional, su obra fue publicada en periódicos y revistas de aquella época, como lo son: el “Diario de El Salvador”, “El Fígaro”, “La Juventud Salvadoreña, entre otros. También se publicó en libros, entre ellos se puede mencionar: “La Lira Joven”, publicada en 1890, siendo ampliada por el poeta nicaragüense, Rubén Darío. Aunque el fallecimiento de Acosta fue en 1908, esto no impidió que se publicará en 1924 el libro “Poesías Selectas”, el cual fue una recopilación de lo publicado en periódicos y revistas. Sin embargo, la mayor recopilación fue hecha durante 20 años por Joaquín Meza y lo reveló el 6 de junio de 2013.
Como mencione en el párrafo anterior, falleció en 1908, pero Alberto Masferrer y David Escobar Galindo han hablado de él, inmortalizándole. “Poeta dulce, de grandes dotes descriptivas…”, fueron las palabras que usó Masferrer para referirse a él, terminando de esta forma: “... en los versos de Acosta, no falta la nota militante y la indignada”. En el “Índice Antológico de la Poesía Salvadoreña”, Escobar Galindo dijo: “Se inició (…) con impulso romántico, pero luego halló mejor cauce en el Modernismo. Y fue modernista en dos vertientes: la cósmico-metafísica y la vernácula”.
En mi punto de vista, si Acosta viviera o resucitará en estos tiempos, nos deleitaría con su inigualable poesía, nos mostraría otra forma del romanticismo y percibiríamos el mundo que nos rodea de otra forma. Además, su obra se publicaría en páginas de internet, foros, blogs, entre otras y sería promocionada en radios, canales de televisión y redes sociales.
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