Desde hace un tiempo me he preguntado ¿por qué razón nosotros nos tendemos a identificar con la música? Todos tenemos una canción favorita y esa canción es la que nos provoca distintas sensaciones en nuestro cuerpo y nos genera una reacción con respecto a lo que hemos escuchado. En verdad, no sé qué es lo que nos lleva a poder identificarnos, pero creo que todo parte de una realidad común entre lo descrito por la canción y lo que cada uno de nosotros vivimos, ya que no podemos identificarnos con algo que no vivimos.
Una de las canciones que me parece más interesante es “Somos de barrio” de C-Kan, ya que la canción es una descripción de la sociedad mexicana que fácilmente puede ser aplicada a cualquier otra región latinoamericana, obteniendo siempre la misma capacidad de identificación, por cada uno de los problemas que la región sufre desde hace mucho tiempo; sabiendo de que el lugar donde vivimos es susceptible a la corrupción o cualquier otro problema y eso lleva a la identificación de ciertos sectores con dicha canción, por ejemplo: grupos delictivos.
Considero que es el mismo caso con la canción “Rucón” del rapero mexicano Alemán; dicha canción trata sobre el típico narcotraficante, antiguo, dentro de una región, conocido por todos por tener sus lujos, pero, aún así, siempre es perseguido por la policía, ya que ha cometido varios crímenes atroces, pero también tiene, hasta cierto punto, el amor de toda la población que le rodea porque, a veces, hacen cosas buenas por el pueblo, algo así como Pablo Escobar.
No obstante, existe otro punto bastante interesante, la imaginación del individuo a partir de una canción. Por ejemplo, no cualquiera se identífica con el tráfico de drogas y la administración de millones de dólares y la posesión de lujos que no cualquier persona puede tener, pero si podemos imaginar que tenemos todo eso con un tanto de esfuerzo, como dicen los mismos artistas, aunque en la vida real, probablemente, no es así, sólo es una imagen que realmente venden de un mundo demasiado complicado, para muchas personas, porque la vida no es una serie de Netflix o una canción de cualquier trapero latinoamericano.
Otra de las opiniones que tengo es que la música depende mucho de la edad de la persona que lo escucha, será demasiado difícil que un anciano pueda ser fanático del reggaetón, aunque existen excepciones, porque en ocasiones tendemos a creer de que sólo por ser de una determinada edad una persona tendrá un gusto musical que va de acorde a él, pero no existen muchos jóvenes a los que les gusta la música clásica ancianos a los que les guste el rock pero todo esto también va a depender de nuestras propias creencias ya que no le puedes escuchar el tango del diablo de Calle 13 a una persona que se identifique como religiosa completamente siento joven o siendo adulto.
Me he dado cuenta que por creencias muchos no cantan algunas canciones, por ejemplo, cuando escuché la canción “Se hace la que no me conoce” me pareció interesante la línea que dice “me la como entera y nadie se entera” (refiriéndose a tener sexo con una mujer), pero fue interpretado como “comer un falo”. De la misma forma ocurre con la canción “Tusa” (depresión amorosa en Colombia), que por ser lo suficientemente heterosexuales, hay una parte interpretada por Nicki Minaj en la que dice “ahora soy una chica mala”, que muchos hombres no cantan.
La gente puede limitarse a escuchar algo y eso es algo normal, por ejemplo, es normal que una persona religiosa se limite a escuchar canciones que no hablen sobre su creencia y que, al contrario, lo pueden ofender. Es normal que alguien quiera limitarse a escuchar a ciertos raperos, reggaetoneros o traperos por no poderlo entender, especialmente, porque ese tipo de música no va con ellos.
También pueden existir las limitaciones por querer aparentar. Hace un tiempo conocí a alguien sumamente religioso, tendría unos 15 o 16 años, pero él quería demostrarme que, realmente, es una persona que sólo escucha música cristiana, aunque, por ciertos fallos, me di cuenta que él no sólo escuchaba música cristiana ahí supe que, realmente, “hasta el alma más pura tiene guardados con llave asqueroso secretos”, aunque ese ya es otro tema y otra canción.
Personalmente, no existe un género que pueda ser bueno o que pueda ser malo porque todo depende de la letra que tenga una canción y no todo es adoración a Dios. Creo que nosotros no conocemos mucha música cristiana que pueda hablar sobre problemas que nosotros podamos tener, sino que todo sobre lo que debemos hacer, como prestarle más atención al Señor, pero creo que no se le puede prestar atención al Señor si no nos sentimos bien internamente.
Comentarios
Publicar un comentario